PRIMERA
CONFERENCIA SOBRE EL DIRECTORIO NACIONAL
Buenos Aires.- Virginia Azcuy
ocv, doctora en Teología, realizó el pasado 14 de Julio en Casa de Nazareth, la Primera
Conferencia sobre el Directorio Nacional para el Orden de Vírgenes, con ocasión del
encuentro de vírgenes consagradas de la Arquidiócesis de Buenos Aires, con
participación de otras diócesis. A partir de la estructura del documento se reflexionó
sobre la vocación de la virgen consagrada, su modo propio de vivir la comunión y su
misión en la Iglesia y en el siglo. El tema sobresaliente fue la disposición al martirio
que debe estar presente en todo corazón virginal.
Agradecemos a Cristo
Esposo por este talentoso aporte y auguramos nuevos espacios de encuentro para continuar
la reflexión de este provechoso documento.
NUEVA CONSAGRACIÓN
Lomas de Zamora.- Claudia
Susana Páez recibirá la consagración de vírgenes de manos de Mons. Agustín Radrizzani
el 20 de Abril próximo en la Catedral de Nuestra Señora de la Paz a las 17 hs. Damos
gracias a Dios por esta nueva esposa de Cristo.
EL PAPA
PROCLAMO BEATOS A DOS ARGENTINOS
Buenos Aires, ABR 14 (AICA): El papa Juan Pablo II proclamó hoy beatos a
la Madre Tránsito Cabanillas, fundadora de las Hermanas Terciarias Misioneras
Franciscanas, y al coadjutor salesiano Artémides Zatti, quien desarrolló un destacado
servicio social en la Patagonia.
También hizo lo propio con la religiosa nicaraguense María Romero
Meneses (1902-1977), hija de María Auxiliadora; el italiano Luis Variara
(1875-1923), el "primer salesiano ordenado sacerdote en Colombia"; el
italiano Ludovico Pavoni (1784-1849), fundador de los Hijos de María
Inmaculada; y el italiano Gaetano Errico (1791-1860).
En sus 23 años de Pontificado, Juan Pablo II proclamó a 1.288 beatos y 456 santos.
De pura cepa argentina
La religiosa cordobesa es la primera argentina de "pura
cepa", dado que las otras dos (la madre María Ignacia March y Laura Vicuña) cuyas
causas se iniciaron aquí son oriundas de España y Chile, respectivamente, a pesar de
haber hecho su camino de santidad en el país. Algo similar sucede con Don Zatti que,
si bien nació en Italia, llegó al país muy joven y su tarea pastoral la desarrolló en
el sur argentino.
Lo contrario ocurre con San Héctor, el único santo local hasta el momento, ya que si
bien nació en Buenos Aires, su vida religiosa transcurrió en España, donde murió
mártir.
Ceremonia
A la ceremonia, en la Plaza de San Pedro -donde se ubicaron grandes cuadros
con las imágenes de los flamantes beatos-, asistieron significativas delegaciones
locales. Luego de que el Papa pronunciara la fórmula de beatificación, los miles de
fieles irrumpieron en aplausos, ondeando banderas de Argentina, Nicaragua, Costa Rica,
Colombia, España e Italia, países donde hay congregaciones fundadas por aquellos que hoy
dieron el primer paso a la santidad.
Mientras que las Terciarias Misioneras Franciscanas llevaron un contingente de
aproximadamente 100 de personas, los salesianos superaron ese número, gracias a la
cantidad de sacerdotes que se encuentran en Roma por el 25° Capítulo General de la
Congregación.
La hermana Verónica Santibáñez explicó a AICA que la delegación de las
Terciarias estuvo compuesta por 60 argentinos -entre devotos, exalumnos, docentes y unas
pocas religiosas- y 35 chilenos -en cuyo país también actúa la
congregación-, y fue encabezada por Superiora General, madre Herminia Stang; la
vicepostuladora, hermana Aída Rojas; y la secretaria general, madre Beatriz Carrizo.
También acompañó al contingente monseñor Carlos Ñáñez, arzobispo de Córdoba, dado
que la Madre Tránsito nació, actuó y murió en esa jurisdicción eclesiástica.
Hubo además una comitiva salteña integrada por monseñor Oscar Mario Moya,
el presbítero Francisco Campero, la hermana María Ester Gómez, Estela Tilca de
Vázquez, María Antonio Dimarco de Visentini, Elba Villapando de Núñez, Mary Salas de
Sivila, Susana del Carmen Gómez de Trovato y Alicia Medeot.
En tanto, el grupo que honró a Zatti fue encabezado por el flamante obispo
de Neuquén y administrador Apostólico de Viedma, monseñor Marcelo Melani SDB, a quien
se sumaron los muchos salesianos que están en la Ciudad Eterna. Entre otros, los padres
capitulares argentinos Carlos Bosio (Rosario), Antonio Fierens (La Plata), Walter Jara
(Córdoba), Joaquín López (Bahía Blanca) y José Repovz (Buenos Aires). Como invitados
especiales asistieron los padres Néstor Noriega, conocedor de la vida y obra del nuevo
beato, y Héctor D'Angelo, vice-postulador de la causa.
El obispo de San Carlos de Bariloche, monseñor Fernando Maletti, por su
parte, envió al presbítero Juvenal Currulef, sacerdote oriundo de la zona que este año
cumple 40 años de vida sacerdotal, quien conoció a Don Zatti y lo trató en distintas
oportunidades.
Entre otras
autoridades, participaron los presidentes de Nicaragua, Enrique Bolaños, y de Costa
Rica, Miguel Ángel Rodríguez. En representación del gobierno argentino lo hizo el
secretario de Culto de la Nación, embajador Esteban Caselli.
Actos locales
Con motivo de estas beatificaciones hubo distintos actos alusivos en
Córdoba, Viedma, Bahía Blanca, San Carlos de Bariloche y Deán Funes.
En Córdoba se efectuó el solemne triduo de adoración eucarística en la
Casa Madre que fundó la religiosa cordobesa, ubicada en el Barrio San Vicente. El
obispo auxiliar de Córdoba, monseñor José Rovai, presidió hoy una misa de acción
de gracias. Asimismo se está programando una celebración arquidiocesana para el 8
de junio, a las 16, que será presidida por el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos
Ñáñez, en la catedral local.
La prelatura de Deán Funes se sumó con una misa presidida por el
obispo-prelado, monseñor Aurelio Kühn OFM, en la catedral local, donde demás de dar
gracias por la beatificación de la Madre Tránsito, se hizo una colecta de los elementos
básicos de la canasta familiar para repartir entre los más necesitados.
El Instituto Salesiano, donde se encuentran los restos mortales de Don
Zatti, permaneció en vigilia hasta la hora de la ceremonia. En tanto, en Bahía Blanca se
ofició una misa en la catedral bahiense, en la que se recolectó material descartable de
enfermería y pañales para adultos que luego distribuirá Cáritas Bahía Blanca.
En la iglesia de Nuestra Señora de Nahuel Huapi, monseñor Maletti,
presidió una misa de acción de gracias por la beatificación de Artémides Zatti. En la
oportunidad, la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco y las Hijas de María Auxiliadora,
presentaron la figura del "santo enfermero de la Patagonia", quien como
coadjutor salesiano se desempeñó en Viedma en favor de los enfermos. Asimismo, fue
declarado patrono de la pastoral diocesana de la salud.
La primera nacida en la Argentina
Tránsito Cabanillas nació el 15 de agosto de 1821, en el Valle de San
Roque, provincia de Córdoba. En setiembre de 1858 inició el año de noviciado con los
franciscanos, cuyo carisma impregnaba la vida de los Cabanillas. A los 50 años ingresó a
un monasterio carmelita en Buenos Aires, pero el rigor de la vida carmelitana y el clima
porteño conspiraron contra su salud y debió desistir. A recomendación de un sacerdote,
en 1874 ingresó como postulante en las Salesas de Montevideo, pero desmejoró todavía
más y tuvo que salir.
El pequeño capital que dejó en sus manos un hermano sacerdote que
falleció, reavivó en Tránsito la chispa de crear su propia congregación. El 8 de
diciembre de 1878 fue inaugurado el nuevo instituto. Abrieron una escuela de niñas y poco
después la casa se convirtió en noviciado. El objetivo de la nueva fundación era
promover las obras de caridad y de misericordia y principalmente dar educación gratuita a
la hija del pobre y del desamparado.
Las discrepancias entre el sacerdote Quírico Pórreca, que fue el primer
director del instituto designado por monseñor Uladislao Castellanos, y la Madre,
terminaron en la destitución de Tránsito, que fue despojada de sus legítimos derechos.
De allí en más, aguantó injustas reprimendas y sufrimientos con santa resignación.
Falleció el 25 de agosto de 1885, a los 64 años, muy deteriorada por el asma, con total
devoción y serenidad.
El enfermero de la Patagonia
Artémides Zatti nació en Boretto, Italia, en 1880, y llegó a la Argentina
junto a su familia en 1897, para afincarse en Bahía Blanca. Siempre tuvo inclinaciones
religiosas y en abril de 1900 ingresó en el aspirantado salesiano en Bernal. Enfermo de
tuberculosis, se lo trasladó a Viedma, a la que llegó junto con Ceferino Namuncurá, que
padecía idéntica dolencia. Lo asignaron como ayudante de farmacia y le encomendó el
cuidado de Ceferino, con el que se hicieron amigos.
Tras asumir estado religioso en calidad de laico consagrado, Zatti tuvo
sobre sus espaldas el manejo del hospital San José de Viedma, que llegó a atender a unos
mil enfermos pobres por mes. Además recorría con su bicicleta Viedma y Patagones,
asistiendo en forma gratuita a los habitantes que sufrían dolencias.
Cuando se eligió el edificio del hospital para construir allí la sede del
obispado de Viedma, el nosocomio pasó a la ex Escuela Agrícola San Isidro, en las
afueras de la ciudad. A pesar de la construcción del nuevo hospital estatal, los enfermos
de la Escuela Agrícola, casi todos crónicos, permanecieron allí, donde Zatti los
trataba con afecto. Falleció el 15 de marzo de 1951, a los 70 años. Todo el pueblo se
volcó al sepelio, en un cortejo sin precedentes. La fama de santidad se extendió
rápidamente y su tumba es venerada por la población de Viedma, que le dedicó un
monumento y
la calle principal de acceso a la ciudad.+
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